Cadenita 2006

Principal Arriba

 

Cadenita y algo más . . . 

Una excursión a la montaña invernal

Una nueva salida a Mendoza que se comenzó a gestar con el consabido mail de Adrián convocando a cuantos estuvieran dispuestos a afrontar los rigores del invierno en la alta montaña. Era el 24 de julio y la propuesta incluía como objetivo “el cerro que más nieve tenga”, un desafío para pocos.

En las semanas siguientes los “voluntarios” fuimos apareciendo. Primero tímidamente luego en tropel. Hasta conformar una expedición de 21 personas.

Los días previos fueron testigos del cruce de los mails más extraños. Compañeros de carpa que coordinaban, pedidos de “budín” excusas varias para no hacer torta, ofrecimientos de reembolsos para la compra de moldes, pedidos de SOS por falta de equipo . . .

Finalmente llegó el día de la partida. Día en que media ciudad escapaba aprovechando el fin de semana largo lo cual hizo que el hecho de llegar a Retiro fuese una aventura en si mismo. Pero a las 20:48 se hizo presente el último expedicionario con apenas tiempo de cargar el equipaje ya que a las 20:54 se cerró la puerta del micro y partimos. En ese micro íbamos: Adrián, Mar, Sol, Gastón, Aldana, Lorena, Juan Pedro, Verónica, Juan Pablo, Cecilia, Juli, Andrea, Javier, Héctor y Juan Ignacio.  

Cuadro de texto:  
En la terminal de Mendoza
Tuvimos un viaje tranquilo y sin sobresaltos. Sería el último momento de tranquilidad de los días por venir. Llegamos puntualmente a Mendoza a las 10:05, nos acomodamos en el rincón de siempre y aguardamos el arribo de otros miembros de la expedición. En otros micros fueron llegando Maxi, Lucas, Justo y Pablo. 

A las 11:00 estábamos todos y nos dirigimos a las 2 combis que nos llevarían a la montaña. A que lugar todavía no sabíamos, Adrián guardaba celosamente el secreto. Durante la carga de las mochilas en los portaequipajes Adrián señaló que “podíamos poner algunas arriba” y ante la mirada asesina que le dirigieron las chicas aclaró “mochilas, no gente”. 

11:10 salió el primer móvil con destino a la YPF donde nos abasteceríamos de los últimos víveres. Ya sabíamos que nuestro destino sería Vallecitos. A las 11:30 llegamos a la estación de servicio y allí nos alcanzó 15 minutos después la segunda combi. En el trayecto se habían sumado cos compañeros más: Eber y Alfredo. ¡Ellos si que tenían pinta de montañistas avezados! Cuadro de texto:  
¡En marcha!

Diez minutos después continuamos con el móvil 1 y previa parada “técnica” llegamos a Vallecitos a las 13:25 (2930 msnm según el altímetro). A la media hora llegó la otra combi (de la cual se tuvieron que bajar algunos para que pudiese subir) y una hora después nos pusimos en marcha hacia el campamento base. 

Una hora y media más tarde tuvimos que detenernos para ponernos los crampones (la primera vez para algunos) y transitar por una pendiente helada. Allí tuvimos a la primer “derrapada”,Aldana, con una excelente maniobra de autodetención con piolet. 

Íbamos muy cargados y el cansancio se hizo notar por lo que Adrián decidió armar campamento en un vallecito entre el Andresito y las estribaciones del Loma Blanca. Eran las 17:30. El altímetro indicaba 3000 msnm , el GPS 3025 msnm.Cuadro de texto:  
Rueda de mate en el CB

El CB lo instalamos junto al arroyo cubierto de nieve. Algunos elegimos lugares sobre el suelo sin nieve pero con pendiente mientras que otros se fueron directamente sobre la nieve buscando la horizontalidad.

Armamos carpa, rueda de mate y transcurrió el resto del día, comiendo, hidratándonos y soportando los incipientes dolores de cabeza producto de la altura. A eso de las 21:30 nos retiramos con la consigna de salir a las 7:00 al día siguiente. 

El domingo a eso de las 5:00 comenzaron a oírse los sonidos producidos por los tempraneros. La temperatura en el interior de nuestra carpa era de –2,3°C, en el exterior la “columna mercurial” acusaba unos cálidos –6°C, por suerte sin viento. El altímetro señalaba 2940 msnm lo que indicaba que durante la noche la presión había subido lo cual era un buen augurio para el nuevo día. En media hora ya estábamos todos en actividad (salvo una carpa que no recuerdo de quien era). Desayunamos, preparamos los equipos y llegando a las 7:00 Adrián empezó con su acostumbrado llamado: “en cinco nos vamos”. Cuadro de texto:  
Cumbre del Andresito

Salimos 7:10, Adrián con unos mitones enormes porque “no encontré los guantes”, los cual a algunos nos hizo doler el estomago ya que si no había podido encontrar los guantes en una carpita, ¿encontraría el camino de regreso? 

A las 7:20 paramos a ajustar el equipo y esperar a los rezagados y diez minutos después estábamos en nuestra primer cumbre: el Andresito. El altímetro indicaba 3050 msnm. 

Cuadro de texto:  
Cumbre del Arenales
Un toque en la cruz y seguimos rumbo al Arenales. A las 8:45 nos detuvimos en un lugar donde el altímetro señalaba 3235 msnm y el GPS 3307 msnm. 

Finalmente a las 9:15 alcanzamos la cumbre del Arenales. 3310 msnm según el altímetro y 3388 msnm el GPS. Luego de las fotos de rigor continuamos hacia el coll que separa al Arenales del Lomas Blancas.  

En el trayecto a la cumbre hicimos dos paradas, una a 3335 altímetro (3420 GPS) y otra a 3475 altímetro (3664 GPS). 

 Cuadro de texto:  Panorámica desde la cumbre del Lomas Blancas

A las 11:15 llegamos a la cumbre del Lomas Blancas. El altímetro indicaba 3560 msnm, el GPS 3662 y en la cruz de la cumbre 3850. Evidentemente el que puso la cruz era muy optimista.

Cuadro de texto:  
En la cumbre del C° Estudiante
Decidimos almorzar en ese lugar, previa espera de los que venían más lento. A las 12:55 después del grito “¡en dos salimos!” partimos rumbo al Estudiante. Allí llegamos unos 45 minutos después. El altímetro marcaba 3665 msnm (GPS 3754). 

Continuamos rumbo al Cáucaso con algunos pasos de escalada y llegamos otros 45 minutos más tarde. El altímetro señalaba 3735 msnm (GPS 3815). Estábamos bastante cansados pero emprendimos camino rumbo al Iluso.  

Haciendo honor a su nombre para la mayoría de nosotros sólo fue una ilusión. Nos quedamos en el coll entre el Cáusaso y el Iluso viendo como Eber y Alfredo se hacían cada vez mas chiquitos conforme ascendían el pico. Finalmente los vimos llegar a la cumbre. 

A las 15:25 emprendimos el regreso, previo ponernos las polainas pues íbamos a transitar por nieve blanda. En el proceso de colocación se escucho decir: “¿quién necesita polainas con esos cardos?” 

El descenso por la nieve hacia el Loma Blanca no estuvo exento de contratiempos. El más notable fue el salto mortal hacia delante protagonizado por Adrián quién la salir de entre la nieve simplemente dijo “hay un pozo”. Sol desde más atrás de la fila, mostrando preocupación por su salud le preguntó: “¿estás bien o llamo a un taxi?”. Cuadro de texto:  
Descendiendo del C° Cáucaso

A las 16:40 llegamos al Loma Blanca. Un breve descanso y continuamos el descenso, ahora por la vertiente sur del cerro que nos llevaría directo al campamento. Media hora luego de la partida la nieve se mostró demasiado dura como para continuar sin crampones por lo que nos detuvimos a colocarlos. La situación entrañaba cierto riesgo ya que bajábamos una pendiente bastante fuerte sobre nieve dura. 

Cuadro de texto:  
Descenso del Lomas Blancas al CB
Unos minutos más tarde se produjo la primer caída. Lorena iba cuesta debajo de espaldas y sin muchas esperanzas de poder autodetenerse. Adrián, más abajo se ubicaba para frenar la caída cuando una providencial hondonada la detuvo si mas daño que el susto. 

Continuamos descendiendo y el turno para probar el “tobogán” le llegó a Cecilia. En el cambio de mano del piolet perdió pie y allí fue hacia abajo. Gastón y Maxi salieron a cortarle camino pero en vano. Bastante más abajo finalmente logró la autodetención. En este caso el susto fue mayor pero por suerte no pasó de eso. 

Llegamos al final de la pendiente y a la hora del culipatín. Algunos probaron las delicias de este medio de transporte mientras que otros seguimos caminando. De esta manera a las 18:30 llegamos los primeros al campamento. Otros con diversos inconvenientes, en particular producidos por las botas fueron llegando en la siguiente media hora. 

Cansados pero felices armamos el infaltable mate y la rueda de picada. Llegada la noche se disolvió la rueda y en cada carpa se resolvió la cena en función del hambre y el cansancio de cada uno. 

Cuadro de texto:  
Levantando campamento

A la mañana siguiente (lunes) nos fuimos levantando entre las 8:00 y las 8:30. Con tranquilidad desayunamos, levantamos carpas y a las 11:10 partimos de regreso al centro de sky. 

Después de algunas peripecias con los crampones, llegamos hasta las combis y cargando los equipos salimos rumbo a Mendoza a las 12:30. 

Sin contratiempos en el móvil 1 llegamos a la terminal a las 14:30. Menos suerte tuvo el móvil 2. Un gualicho indeterminado atacó a su motor obligando al conductor a detener la marcha cada pocos kilómetros y bombear combustible. Esto hizo que mientras que los que viajamos en la primer combi nos comíamos unos deliciosos lomitos en “Los Tres Mosqueteros” el resto sufriera la zozobra de no llegar y sobre todo el hambre y el agarrotamiento de las piernas. 

Pero a las 15:30 nos reunimos todos y los que habíamos tomado el primer turno dejamos los lugares a nuestros compañeros mientras nos íbamos a bañar a la terminal. La buena noticia que trajimos fue que se habían terminado las toallas. De todas maneras, todos nos arreglamos. 

A las 18:00 nos separamos de los que viajaban en otros micros y abordamos el interno 1004 de “El Rápido Internacional”, interno que ostentaba el nombre de “El Chiche Bombón”. 

Todo normal, salvo la histérica que cambió asiento con Lorena (“no tengo problema en cambiar pero ¡que haya lugar para mis cosas!” – llevaba una mochila enorme). Vimos las dos películas (Cellullar y otra rarísima cuyo nombre no recuerdo pero en la que se mezclaban personajes de varias novelas) y nos dormimos. 

A eso de las 2:30 de la mañana estábamos detenidos en la banquina. “Algún desperfecto menor, nada serio”, nos acomodamos y seguimos durmiendo. No duró mucho. A las 3:00 detenidos en una YPF en algún lugar de la RN 33 distante a unos 40 Km. de Venado Tuerto, el conductor dijo “¡no va másss!”, “hay 8 lugares en los otros micros, mujeres y niños primero, el resto ajo y agua”.  

De nuestro grupo se despidió Verónica (que perdía su avión a Buzios) y con ella también despedimos no sin dolor a la histérica. El resto nos quedamos y no teniendo nada mejor que hacer tratamos de dormir. 

Cuadro de texto:  
El “Chiche Bombón”
A las 7:00 se escuchó una conversación por celular de los chóferes quienes nos confirmaron que en una hora estaría el micro que nos levaría a Baires. ¡Vanas esperanzas! Pasó la hora y casi otras dos más cuando a las 9:35 arribó el móvil 1047 donde pasamos nuestras humanidades y pertenencias y partimos hacia nuestro destino final: Buenos Aires. Dejamos atrás al “Chiche Bombón” hecho un asco, con un olor interior que algunos definieron como “hediondo”. 

A las 13:15 convencimos a los conductores de hacer una parada técnica de reabastecimiento (no solo de mate vive el montañista) en Carmen de Areco. El tiempo se hizo de chicle. 15:15 en Liniers y 15:55 en Retiro. Repodridos del viaje, pero con una onda insuperable. No paramos de reírnos de las ocurrencias de la “cubana”. El buen humor y la diversión nunca nos abandonaron, a tal punto que los chóferes no lo podían creer. 

En resumen: 

Una excursión espléndida, un tiempo espectacular (fuimos a buscar invierno y mucha nieve y nos encontramos con una montaña en plena primavera) y un grupo enorme tanto en cantidad como en calidad. 

¡Hasta la próxima!  

Todas las fotos

Gráfica del recorrido